La familia Artacho tenía ya una honda tradición vitivinícola cuando en 1890 fundó Bodegas Riojanas junto con Rafael Carreras. Signos de esa tradición son la puerta de piedra que en 1799 permitía el acceso a los viñedos familiares y que ahora se conserva en la entrada de la bodega de Cenicero y muy especialmente los premios otorgados a sus vinos con anterioridad a dicha fundación, como la medalla de oro de la Exposición Universal de Barcelona de 1888.
BODEGAS RIOJANAS
BODEGAS RIOJANAS
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